Librería celebra 55 años

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FOTO POR SHANNON STROUD/THE PIONEER

La dirigente de la librería, Renée Retti brimda en honor a sus 55 aniversario, el último sábado.

Por Kern Wallace,
Contribuyente y Traducción por Pavel Radstev Pushina

Es un día festivo en la Librería. La entrada es cálida y acogedora con pequeñas estanterías que llegan hasta la altura de la persona promedio. En la parte posterior las estanterías de las tienda están abarrotadas de libros. Caminar a través de ellos es una reminiscencia de viajar en un bosque de secoyas. Los estantes centrales están dedicados a libros usados, con espinas arrugadas y papel húmedo. Las paredes tienen libros nuevos que aún no han experimentado la mano de un lector.

Por encima de la entrada cuelga una pancarta celebrando una ocasión especial: La Librería, la única librería en Hayward, estaba celebrando su 55 aniversario de su apertura este sábado. Había un flujo constante de clientes y simpatizantes que fluían adentro y afuera durante todo el día.

Virginia y Ken MacKenzie abrieron la Librería en el centro de Hayward en abril de 1960. Fueron dueños de la tienda durante 21 años en 22554 Main Street, antes de trasladarse a 982 B Street en 1981.

Hemos sobrevivido los altibajos de la industria. Creo que tenemos un buen número de años encima todavía.

— Stephanie Foster

En 1989, cuando los MacKenzies estaban dispuestos a retirarse, un hombre llamado Hank Maschal andaba en busca de consejos acerca de abrir una librería antigua. Ellos lo convencieron para comprar la Librería más tarde ese año, creyendo que iba a hacer un buen trabajo gestionando la librería en su lugar.

En 1992, traslado el local un bloque más lejos de su posición actual en 1007 B Street en el histórico Hotel Obturado Verde, usando la brigada de clientes a mover los libros de la ubicación antigua a la nueva en un día. En 2009, Marschal decidió retirarse. Cuatro de los prósperos mecenas de la Librería, Carl y Marilyn Baker-Madsen y Alsion y Scherman Lewis, se hicieron cargo de la tienda y siguen operándola a día de hoy.

En 1995, la joven Renée Rettig entró en la Librería en busca de su primer empleo a tiempo completo. “Un amigo me llamó desde un teléfono público y me dijo que la Librería acababa de colgar un cartel de Se Busca Ayuda,” dijo Rettig. Ella continuó diciendo que fue a la tienda a aplicar y consiguió el trabajo dentro de una hora. Ella ha estado trabajando en la Librería desde entonces.

Mientras la celebración continuaba, el estado de ánimo en la tienda era jubiloso. Clientes de toda la vida entraron por la puerta y fueron recibidos con una cálida bienvenida. Ni una sola cara carecía de una sonrisa. Una y otra vez sonaba la frase “Feliz 55 aniversario Librería”. Muchos compraron libros. Un pastel de zanahoria con glaseado blanco y verde, adquirido de la panadería Fink, un negocio local proclamó “Feliz 55 aniversario Librería”. Rettig dijo que la compra de las empresas locales es importante para ellos; al igual que la tienda es dependiente de la comunidad local, la tienda debería de apoyar a la comunidad.

“Me encantan los libros, vendría aquí a menudo,” dice Stephanie Foster, una cliente de toda la vida y actual empleada. “Seguí preguntando si tenían empleos y finalmente la respuesta fue sí.”

Cuando le preguntaron cómo la Librería a permanecido abierta durante tanto tiempo a través de todas las pruebas y tribulaciones de la industria de la venta de libros, como el surgimiento de librerías en línea y el cierre de muchas tiendas físicas, Foster lo atribuye a los clientes.

“Nuestros clientes vienen aquí a menudo, y los nuevos siguen llegando,” dijo Foster.

Debido a esto el futuro de la Librería es fuerte.

“Hemos sobrevivido los altibajos de la industria. Creo que tenemos un buen número de años encima todavía.”