El Negocio Estadounidense de la Educación

En Febrero del 2012, estudiantes en Montreal, Canada participaron en un gran movimiento social llamado “Le Printemps Érable”, que se traduce en español como el “Primavera de Arce”, como una referencia a los levantamientos árabe del “Arab Spring” que tuvieron lugar en el Medio Oriente. Este movimiento resultó en que los estudiantes no asistieron a la universidad por más de seis meses como una forma de protestar contra el aumento de las tasas de matrícula para los estudiantes universitarios de toda la provincia, lo que hubiera aumentado la matrícula de $2,067 a $3,616 por año. Los estudiantes terminaron ganando su batalla, ya que el nuevo gobierno anuló la matrícula para quedarse en aproximadamente $ 3,000 por año académico.

Puede parecer extraño luchar por la educación omitiendo deliberadamente la escuela por un período muy largo de tiempo, pero esos meses fueron muy instructivos para muchos estudiantes. No sólo en términos de su comprensión de lo que significa el deber cívico, sino también porque fueron capaces de tomar parte en una manifestación pacífica y aprender a ser escuchados en un debate público. Por ejemplo, los estudiantes de mercadeo llegaron a vender los ideales de sus compañeros de clase, estudiantes de ciencia política y el derecho fueron capaces de hablar con los medios de comunicación y practicar sus habilidades de debate, etc. Como estudiante de periodismo, yo pude observar y reportar sobre la protesta, documentando los eventos que ocurren todas las noches en las calles de Montreal.

Había un ambiente muy cargado y una gran cantidad de debates en toda la provincia. Fue una experiencia de aprendizaje increíble y obligó a muchas personas a definir y redefinir sus valores cuando se trata de la educación.

Yo creo que la educación superior debe ser accesible a todo el que tiene las habilidades y la fuerza de voluntad para seguir adelante. Se siente absurdo que el próximo genio de mi generación, posiblemente, no podrá ser capaz de estudiar la física o música o filosofía sólo porque sus padres no pueden pagar la universidad. Pero, una universidad barata no significa una educación barata.

La política educativa plantea toda una serie de opiniones diferentes, y por supuesto no existe un sistema perfecto. Para algunos, hacer que la educación sea más económico puede significar bajar las expectativas, esperando menos trabajo de los estudiantes quienes no lo pueden valorar lo suficiente, tanto lo que lleva a una disminución general de la calidad de la educación. Para otros, la educación debe ser gratuita para todos los que quieran acceder a ella, porque creen que la educación no sólo les da un mejor sentido crítico del mundo, sino que también ofrece a los estudiantes una mejor oportunidad de obtener un salario más alto.

De hecho, entre más alto es el grado, más baja la tasa de desempleo y mayor es el salario semanal, según el Bureau of Labor Statistics, la oficina de estadísticas laborales de los EE.UU . Claramente, una persona con educación de alto nivel estadísticamente es menos probable de ser desempleada, según un informe de proyecciones de empleo del 2013 de la oficina de estadísticas laborales. En 2012, una persona con un título de licenciatura o profesional ganó cerca de $1,066 por semana, y solo 4.5 por ciento de esta población estaba desempleada. En marcado contraste, alguien que tiene menos de un diploma de la escuela secundaria tuvo una ganancia semanal promedio de $471 y el 12.4 por ciento de esta población estaba desempleada.

Habiendo sido testigo de primera mano sobre el debate de la financiación de la educación superior en Montreal, decidí entrevistar a algunos alumnos de diferentes orígenes para tener información tales como estadísticas dispersas cuando se trata de la educación en los EE.UU. No es ciencia, pero apoya la idea de que a los ojos de los estudiantes internacionales que actualmente estan de cambio en CSU East Bay, la educación debe ser considerada un derecho y no un negocio.

“En Estados Unidos, lo que pagas es lo que obtienes”, dice Ildiko Mannesperger, una estudiante de intercambio internacional de Alemania actualmente estudiando en CSUEB. “Es raro para mí que los estudiantes tienen que pagar tanto para obtener una educación, ya que es el estado que se beneficiarán de los trabajadores calificados y bien educados en el final.”

Por lo menos las universidades estatales deben ser menos costosas, si quieren proveer mejor accesibilidad a la educación superior, ella dice. En Alemania, Mannesperger dice que ella  sólo tiene que pagar los gastos de administración, que es alrededor de $200 por semestre, y aún recibe una “educación muy buena y difícil, porque somos aceptados de acuerdo a nuestras calificaciones, en lugar de por el tamaño de la cartera de nuestros padres. “

Para Amanda Fingado, estudiante de transferencia de la Universidad de Nuevo México actualmente estudiando en CSUEB, estudiar en un sistema donde la educación es un negocio puede ser muy frustrante.

“Uno compromete todo ese dinero ara su educación y, a veces uno sesiente como si su universidad no está cumpliendo con su parte del trato”, dice ella. “Algunas de las facultades faltan equipos y la universidad interrumpió la construcción del edificio de Castetter Hall (biología) durante más de un año. Hay muchos de nosotros que piensan que se trata de dar prioridad a financiar deportes. ¿Cómo es eso justo que mi dinero valla al departamento de atletismo, y no en una mejor educación  para mí”?

Para Laurine Renault, una estudiante internacional de Francia, educación en los Estados Unidos es desafortunadamente parte del sistema de negocios global. En su país de origen, la educación es gratis.

“Es triste que el dinero gobierna el mundo, pero en realidad no hay mucho que puedas hacer al respecto al final”, dice ella. “Entre más se paga, mejor la educación que recibes”.

Los EE.UU. tiene 46 de las mejores universidades en el mundo, según un reporte para 2013-2014 del World University Rankings, una base de datos rankings universitarios mundial anual publicado por la revista Times Higher Education con los datos proporcionados por Thomson Reuters. Pero la mayoría de estas escuelas también resultan ser demasiado costosas.

Por ejemplo, la Universidad de Princeton, que ocupa el sexto lugar en el puntaje mundial de universidades, la matrícula para el año escolar de 2014-2015 va costar aproximadamente $41,750 por año. La tasa de graduación es del 95,5 por ciento, según el White House College Scorecard, el Departamento de Educación Facultad de Asequibilidad y Centro Transparencia Estadounidense.

En comparación al CSU East Bay, para el año escolar 2012-2013, los costos de matrícula a los estudiantes residentes es de $6,549 y el costo para estudiantes internacionales es de $15.477. La tasa de graduación, por otro lado, es un sorprendente 43.3 por ciento, según el White House College Scorecard.

Parece que la educación superior es un lujo y un negocio en los Estados Unidos y, que realmente no da las mismas oportunidades a todos para poder tener éxito. La educación sin duda debe ser un derecho y no un privilegio, no sólo por el factor humano, sino también porque plantea una mejor nación que es más rica y más consciente de las decisiones críticas que se tienen que hacer en una democracia.