Un dia montada sobre una LimeBike

Veronica Hall,
Diseñadora de cabecera

Aplicaciones como Uber y Lyft permiten que las personas lleguen a su destino fácilmente a un precio bajo y gran accesibilidad. A veces un reite a coche no es necesario, compartiendo bicicletas (bike sharing) es el modo de transportación más nuevo.

Bike sharing se a hecho popular en ciudades grandes como modo de ir a lugares que no quedan tan lejos y causa menos tráfico. Estaciones como FordGo bicicletas han salido en la area de la bahía, pero no tuvieron gran éxito por sus precios tan altos. Aunque había mucha gente que quería montar a bicicleta, no convenia mucho.

Una residente de Oakland y ciclista, Shirley Patrick, estaba emocionada de ver más bicicletas siendo compartidas. “Fue interesante ver las bicicletas, de este modo las personas pueden salir más pero luego vi los precios y se me hizo un poco cara. Conozco a mucha gente que quieren ser activos y nada puede ser gratis pero tres dólares por 30 minutos por esas Ford bicicletas es excesivo,” dijo Patrick. “Eso sale tres dólares por montar a bici alrededor de Lake Merritt, no gracias.”

LimeBike salió al mercado con una nueva agenda, un dolar para montar y sin estaciones. Como muchas compañías de bike sharing, LimeBike es controlada por su aplicación usando servicios de localizacion. Un usuario abre la aplicación en sus móviles y pueden ver donde hay bicicletas alrededor de ellos gracias al símbolo de un limón que sale por cada bicicleta.  

Después de encontrar una cerca de ellos, el usuario camina a la bici y la desbloquea a través de la aplicación con escanear el código QR que se encuentra enfrente o atras de la bici. Un breve tintineo suena y el sistema automatizado de cerradura que se encuentra al posterior de la llanta se abre. Después de completar su viaje, el usuario tiene la libertad de estacionar su bicicleta donde sea conveniente. Presiona la palanca roja localizada debajo del asiento para activar la cerradura de la llanta trasera y luego seleccionando “finalización de viaje” en la aplicación.  

Este simple proceso es intrigante pero a la vez me ha dejado curiosidad a lo que sería intentar usar solo LimeBike por un dia entero. Afortunadamente mi ciudad de Alameda fue una de las dos ciudades en la area de la bahía que participo en el programa de prueba de LimeBike por seis meses. Para empezar 300 bicicletas fueron distribuidas en Alameda y seguramente cuando abrí la aplicación el mapa estaba lleno de limones a través de las calles.

Al bajar la aplicacion puedes usar la bicicleta tres veces gratis. Recomende a una amiga lo cual me dio otros tres viajes gratis asi que con seis viajes gratis en total no estaba preocupada sobre el precio. Encontre una a dos cuadras de mi casa y camine a ella rapidamente. Siempre existe la posibilidad de que alguien más quiera tomar esa bici tambien.

Encontre la bici estacionada en una esquina lo cual me puso un poco nerviosa pensando que tal vez le estaba quitando la bici a alguien más. Abrí mi aplicación, escanee el código, baile con el tintineo y luego me fui. Nunca fui muy buena sobre una bici, pero el estilo crucero de la bici lo hizo sentir más casual. La bici tenia acceso fácil a los frenos y una palanca de cambios que me hizo sentir más tranquila.

Estaba pedaleando por las calles de Alameda cuando llegue a mi primera parada. Era una farmacia asi que habia una abundancia de portabicicletas. Estacione la bici a lado de las portabicicletas y hize todo el proceso de loquear mi bici. Mientras que entraba a la tienda me llego una ola de ansiedad pensando que como la bici estaba disponible para cualquiera entonces cualquier persona podría tomarla.

Me reia de mi misma por pensar que no podría encontrar otra bici pero después de abrir la aplicación encontre cinco bicicletas más a mi alrededor. Despues de mi flojera temporal fui de compras y luego sali a encontrar mi bici aun en el mismo lugar. Puse mis compras en la canasta de la bici y continue en mi viaje.

Mis proximas paradas no estuvieron muy lejos y tenia mandados cortos por hacer. Cada vez que salia, alli estaba la bici. Empeze a pensar si al caso otras personas estaban usando las bicicletas. Sin embargo, cuando llegue al correo una pareja me pregunto sobre las bicicletas y dijeron que las han visto por todo alrededor de Alameda. Les explique un poco de LimeBike y parecían impresionados, luego continué mi viaje.

La última parada fue mi trabajo el cual está al otro lado de la ciudad. Esto me dio la oportunidad de en realidad ver como funciona la bicicleta. En la aplicación de LimeBike el usuario puede ver cuantas millas ha viajado y cuantas calorias han quemado durante el paseo así que estaba emocionada de ver cuantas calorias había quemado en mi dia de ciclar.

A mi sorpresa, afuera de mi trabajo habian dos LimeBike estacionas cerca de la puerta. Estaba extática y le dije a todos mis companeros de trabajo. Despues de mi turno de trabajo tomamos las bicicletas y fuimos a una bodega de vino local, platicamos sobre lo divertidas que eran las bicicletas y como no hemos montado sobre una en mucho tiempo.

Después de terminar unas copas de vino, salimos para afuera y nos alistamos para montar las bicicletas otra vez. Pero por la primera vez todo el dia, ya no estaban las bicicletas. Revisamos la aplicación y el símbolo del limón estaba muy lejos de nosotros. Mientras caminábamos de regreso al trabajo nos íbamos riendo sobre el hecho de que no era nuestro tiempo de tomar y conducir la bicicleta.    

La plataforma de negocio de LimeBike enfatiza la conveniencia y accesibilidad lo cual yo creo que logran muy bien. En total pedale 5.4 millas y queme 653 calorias en mi dia de montar a bicicleta. Me diverti mucho y me senti más sana a la vez que termine mi ultimo viaje y llegue a casa. La experiencia me hizo darme cuenta de lo fácil que es andar por la ciudad a bici y no gastar mucho haciéndolo. Se siente bien saber que hay un modo rápido y bueno para el medio ambiente de transportacion cerca de mi.