No hay lugar para “Hack-a-Shaq” en la NBA actual

Por Erik Khan,
Contribuyente Traducción por Pavel Radostev Pushina

Las finales de la NBA se están desarrollando en frente de nosotros y los equipos están haciendo todo lo posible para obtener una ventaja. Esto significa que algunos equipos están implementando la estrategia “Hack-a-Shaq” para el descontento de muchos fans, ya que ralentiza el normalmente trepidante juego. En la NBA actual, no hay lugar para esta táctica.

La estrategia “Hack-a-Shaq” es simple. Cada vez que un jugador, que no esta especializado en tiros libres está en la cancha, el equipo contrario comete una falta intencionada, resultando en dos oportunidades de tiro libre. Dado que el jugador es malo en esta tarea básica, por lo general fallará uno o ambos tiros, regalando la posesión al equipo contrario.

Piensa que la estrategia “Hack-a-Shaq” es un poco codiciosa e injusta? Lo es. La NBA hizo este esquema inútil en los dos últimos minutos del partido, ya que una falta intencionada sobre un jugador sin balón resulta en posesión para el equipo contrario encima de dos tiros libres. Una leyenda urbana indica que esta regla fue implementada para proteger al famoso Wilt Chamberlain, quien fue una víctima frecuente de estas faltas. En situaciones finales del juego, Chamberlain se alejaría del otro equipo para evitar ser sometido bajo una falta.

“Hack-a-Shaq” se hizo popular en los tiempos modernos por el ex-entrenador principal de los Dallas Mavericks Don Nelson, quien instruyó a su equipo para cometer una falta al jugador Dennis Rodman de los Chicago Bulls cuando ambos equipos jugaron. El término “Hack-a-Shaq” se refiere a Shaquille O’Neal, un jugador que era un objetivo principal de este plan de juego en muchas ocasiones.

Esta técnica hace que el entrenador principal se plantee retirar a un jugador de la cancha debido a su inhabilidad para tirar de tiro libre, o dejarlo y arriesgar su fallo. Muchos de los grandes jugadores de la liga son dominantes en la zona defensiva y excelentes reboteadores, pero no son muy estelares desde la línea.

El pívot de los Golden State Warriors Andrew Bogut es un ejemplo perfecto. A través de siete juegos finales de la NBA en 2015, Bogut encestó 25 por ciento de los tiros libres. Si los Memphis Grizzlies, los actuales oponentes de los Warriors en las finales, o cualquiera al que se enfrenten implementa un “Hack-a-Bogut”, las aspiraciones a campeón de los Warriors se encontrarían en serios problemas.

Otros equipos ya se están enfrentando a esta pésima realidad. Sin embargo, la estrategia no siempre resulta beneficiosa para el equipo cometiendo la falta. Cuando Los Angeles Clippers jugaron contra los Houston Rockets durante la noche del domingo, los Rockets cometieron faltas intencionadas contra el pívot de los Clippers DeAndre Jordan 17 veces, resultando con Jordan finalizando el juego con 14-34 desde la línea. Los Rockets no pudieron sacar provecho de esto, marcando solamente tres puntos más que los Clippers en las 17 posesiones que siguieron las faltas intencionadas.

Tres puntos.

Estos tres puntos claramente no valen la pena de pone peligro la emoción que trae un juego de baloncesto. La emoción del ritmo rápido con la que los fans del juego han crecido fue sacrificada la noche del domingo por tres míseros puntos. Los Rockets perdieron por 33 puntos, lo que demuestra lo importante que estos tres puntos realmente eran.

No todos están a favor de la técnica “Hack-a-Shaq”. El propietario de los Dallas Mavericks Mark Cuban tuiteó recientemente su apoyo hacia la técnica afirmando que alguien debe “Enseñarle a tirar de tiros libres. Problema resuelto. No hace falta cambiar las reglas.”

Al igual que Cuban, los partidarios del método con frecuencia usan este argumento alegando que estos atletas son pagados millones de dólares y deberían de ser capaces de ejecutar una tarea fundamental como esta. No podría estar más de acuerdo. Sin embargo, cuando un jugador dispara tiros libres en un partido, siempre ocurre cuando el jugador se encuentra sometido a una falta al intentar tirar. Con “Hack-a-Shaq” nunca es el caso. El equipo implementando este plan de juego esta explotando intencionalmente esta incapacidad apuntando específicamente a ese jugador.

La solución al problema presentado por “Hack-a-Shaq” es simple. Hacer que la regla de los últimos dos minutos sea valida durante todo el partido. Esto haría “Hack-a-Shaq” inútil. Los aficionados no se quedarían sentados viendo innumerables fallos de tiro libre, en vez de eso, disfrutarían del producto a ritmo rápido que han llegado a amar.